Nadie quiere escucharlo (ni leerlo), pero es verdad: las
enfermedades de transmisión sexual son increíblemente comunes, y tú tienes
altas probabilidades de tener una, o de contraerla en algún momento de tu vida.
Culturalmente es importante hablar más sobre el tema, pero habiendo tanta
información falsa, es probable que creas saberlo todo.
Si tuvieras una, lo
sabrías
La mitad de la población mundial contrae una ITS en algún
punto de sus vidas, y la mayoría no se da cuenta. Las ITS pueden volar debajo
del radar por meses o hasta años sin exhibir síntomas notorios. Por ejemplo, la
clamidia es una infección que aparece sin síntomas, pero si no recibe
tratamiento, podría provocar infertilidad, dolor pélvico crónico y
complicaciones en el embarazo.
Debes tener sexo para
contraer una ITS
Algunas enfermedades, como el herpes o el VPH, pueden
transmitirse a través del contacto con la piel. Así que podrías contraer herpes
con un simple beso.
Entre más limpia seas,
menos probabilidades tienes de contraer una ITS
Métodos de prevención como lavarse los dientes después de
dar sexo oral o hacerse una ducha vaginal después del sexo NO funcionan. De
hecho, la limpieza excesiva podría tener un impacto negativo en el equilibrio
de las bacterias en tu organismo, debilitando tu sistema inmunológico.
Sólo puedes contraer
una ITS por otra persona
De hecho, puedes contraer una infección con el contacto de
un juguete sexual, especialmente si lo has usado con alguien. El uso de
juguetes sexuales sucios también provoca irritación en la piel y otras
infecciones, así que debes asegurarte de ser lo más higiénica posible con
ellos.
La ubicación de tu
herpes te dice qué tipo es
A pesar de lo que muchos doctores dicen, las variantes del herpes, HSV-1 y HSV-2 pueden ser, tanto orales, como genitales. Cuando el sexo oral es menos común, hay mayores probabilidades de que el HSV-1 sea oral y el 2 genital. Todavía es probable que el tipo 1 esté en la boca y el tipo 2 en los genitales, pero estas probabilidades cada vez se van volviendo más equitativas. En otras palabras, no sabrás qué tipo de herpes es, hasta que te hagas un estudio.